Cómo el diseño biofílico mejora el bienestar cognitivo

Durante miles de años, las personas hemos construido entornos y estructuras que nos han proporcionado protección y seguridad. Nuestro instinto de supervivencia es fuerte, como también lo es nuestra conciencia básica de las posibles amenazas que nos rodean. También sabemos que las personas tenemos una necesidad biológica de conectar con la naturaleza y de vivir entre elementos naturales para fomentar nuestro bienestar general.

Aplicando principios del diseño biofílico, podemos satisfacer nuestra necesidad de protección y de seguridad cognitiva, así como nuestra afinidad por la naturaleza, creando espacios de trabajo que se centren en el bienestar mental y en la reducción del estrés para brindar una sensación de seguridad. De hecho, muchas de nuestras percepciones de seguridad se basan en el entorno que nos rodea, haciendo del diseño biofílico una solución intuitiva para mejorar el bienestar general.

Ya conocemos los grandes beneficios de ubicar a las personas en entornos naturales para satisfacer la necesidad de conectar con la naturaleza. Las investigaciones demuestran que trabajar y vivir en un entorno que transmite una sensación natural puede ayudar a las personas a sentirse más felices, más sanas y menos estresadas, así como hacer que rindan mejor en el trabajo. Pero, ¿qué elementos del diseño biofílico pueden satisfacer nuestra necesidad de protegernos del estrés y de sentirnos seguros frente a las amenazas?

Acceso visual amplio

El primer componente es proporcionar un acceso visual amplio y la posibilidad de ver gran parte del entorno circundante. Piensa en las personas que viven en la sabana africana y en su necesidad de percibir posibles amenazas desde largas distancias. Ahora, imagina cómo aumentar el acceso visual podría aliviar el estrés y la ansiedad que estas personas pueden sentir. Al poder ver más del entorno que las rodea, las personas no tendrán que preocuparse tanto por posibles amenazas y depredadores al acecho. Ofrecer ese mismo tipo de acceso visual natural en el entorno de trabajo puede ayudar a los empleados a tener una sensación de protección y de control sobre su espacio.

Según un informe de investigación de Terrapin, la capacidad de ver no solo el área inmediata, sino, también, de alcanzar con la mirada distancias más largas puede proporcionar una sensación más intensa de comodidad y de reducción del estrés, especialmente si nos encontramos en un lugar nuevo. Para aumentar esta percepción, los expertos recomiendan utilizar materiales transparentes y estructuras divisoras de menor altura cuando sea necesario dividir el espacio. En cuanto a las características arquitectónicas, las plantas abiertas y los techos altos, así como los balcones, las pasarelas y otros espacios elevados son las opciones de diseño que nos permiten crear un mejor acceso visual natural.

Refugio y retiro

El segundo componente de diseño biofílico para reducir el estrés y mejorar el bienestar mental es ofrecer espacios de retiro que transmitan una sensación natural. Estos espacios combinan la estructura de un refugio con elementos biofílicos, evocando en las personas que las ocupan sensaciones innatas de seguridad y de calma. Visualiza un ambiente de una cueva, que ofrece protección por varios lados y sobre la cabeza, dejando algo de acceso visual frontal para vigilar posibles amenazas. O, un ejemplo más claro, piensa en una tortuga o en cualquier otro animal con un caparazón en el que poder refugiarse. Si llevamos este concepto al espacio de trabajo, las áreas de retiro transmiten una sensación subyacente de seguridad similar que nos permite relajarnos y recuperarnos.

A efectos prácticos, hay varias formas de transmitir la sensación de seguridad que necesitamos en el espacio de trabajo. Los espacios de retiro deberían diseñarse para ofrecer privacidad visual y acústica, permitiendo tranquilizarnos y relajarnos más fácilmente. Además, tener un control personal sobre los niveles de acceso a un espacio puede aumentar esa sensación de seguridad.

Algo tan sencillo como una silla o un asiento tipo cabina con un respaldo y unos laterales muy altos pueden lograr esta sensación gracias al aspecto reconfortante que ofrece la ocultación parcial. Los paneles altos y de pie, así como las zonas cubiertas y otros elementos arquitectónicos cubiertos también pueden ofrecer protección. Sin embargo, no cerrar completamente el espacio permite un equilibrio entre una protección total y la percepción del propio entorno.

Para una protección más completa, los espacios cerrados como cabinas telefónicas, cápsulas móviles, pequeñas salas de reuniones y oficinas privadas son soluciones eficaces. Las paredes de cristal, las puertas, las cortinas y los paneles acústicos pueden ofrecer distintos niveles de privacidad visual y acústica, en combinación, a menudo, con el control de esa privacidad por parte del usuario.

Finalmente, el diseño biofílico se basa en la conexión fundamental que tienen las personas con la naturaleza y, a menudo, en su instinto de preservar su propio bienestar. Ofrecer un amplio acceso visual y espacios cómodos y protegidos ayuda a las personas a sentirse seguras y reduce el estrés de forma natural. Esto, a su vez, ayuda a mejorar la concentración y la atención. El resultado es que las personas no solo se sienten mejor, sino que, también, rinden más y producen mejores resultados.