26/09/2023 • Lectura de 3 minutos
la comunicación de las culturas de alto y bajo contexto
por Raymond Lim
En los últimos años ha quedado demostrado que el trabajo híbrido funciona y será la forma de trabajar preferente de ahora en adelante. Con esta nueva forma de trabajar, las reuniones híbridas serán vitales para la colaboración entre las empresas. Las reuniones híbridas resultan increíblemente complejas debido a la mezcla de participantes que asisten de forma remota y presencial. Es fácil hacerlas de cualquier manera, pero difícil hacerlas bien. Normalmente, nos centramos en la programación y los aspectos tecnológicos, pero existen factores más importantes que pueden garantizar el éxito de una reunión híbrida.
Los participantes de una reunión híbrida pueden ser personas de todo el mundo y de diversas culturas. Los participantes de diversas culturas necesitarán el entorno adecuado para que la reunión sea fructífera. Los dos tipos principales de culturas se clasifican en las de bajo contexto y las de alto contexto.
En la siguiente sección, analizaremos las características más comunes de las culturas de bajo y alto contexto.
Una buena comunicación comienza con una buena acústica.
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Las personas de una cultura de bajo contexto se basan más en los hechos y emplean en menor medida señales de comunicación no verbales. Se comunican mediante mensajes explícitos y son monocrónicos, de modo que ponen en valor la programación y se centran en una sola tarea en cada momento. Tienden a dominar y dirigir la reunión. Esto priva a otros de la oportunidad de contribuir. El moderador tendrá que ser consciente de ello y tomar el control de la reunión, de manera que los demás tengan las mismas oportunidades de realizar su aportación.
Por otro lado, las personas de culturas de alto contexto emplean una gran cantidad de señales de comunicación no verbales. Son más emocionales y se comunican con mensajes implícitos. Son policrónicos, se adaptan a cada situación y se centran en varias tareas a la vez. Están más dispuestos a escuchar y suelen dudar a la hora de pronunciarse, así que necesitan que se les anime a participar activamente. Romper el hielo antes de la reunión es una forma excelente de darles alas y que se sientan más cómodos. Un entorno inclusivo es clave para el desarrollo de los participantes de una cultura de alto contexto. Durante la reunión, el moderador puede animarles preguntándoles qué opinan. De esta manera, les ayudará a hablar. Cualquier signo de desaprobación, incluidas señales no verbales de otros participantes, les disuadirá en gran medida de contribuir, con lo que es esencial motivarles constantemente.
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Al conocer distintas culturas, estamos mejor preparados para garantizar que nuestras reuniones híbridas se desarrollen con éxito. La clave del éxito de una reunión híbrida gira en torno a las siglas DEI:
La D, de diversidad, hace referencia al conocimiento de los participantes de las diversas culturas y cómo el moderador puede gestionar la reunión en consecuencia.
La E, de equidad, hace referencia a dar a todos los participantes las mismas oportunidades de contribuir.
La I, de inclusión, hace referencia a un entorno siempre inclusivo.
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