18/07/2023 • Lectura de 4 minutos

Los tres niveles del movimiento

Replanteamiento del diseño del lugar de trabajo y la cultura corporativa en favor del bienestar

por Haworth, Inc.

Las tecnologías que permiten ubicaciones y programaciones de trabajo flexibles han resultado ser esenciales para ayudar a las empresas, los centros educativos y las comunidades a adoptar una organización de tipo híbrido. Dependemos de la tecnología para permitir las conexiones y la colaboración necesarias para aprender, pensar de forma creativa y realizar nuestro trabajo.

A pesar de ello, independientemente de dónde y cuándo trabajemos, nuestra dependencia de la tecnología ha derivado en una experiencia laboral más sedentaria. Los trabajadores de oficina de hoy en día tienen tendencia a ser más activos que antes. Estamos atados a nuestros espacios de trabajo en unos tiempos en los que también buscamos tener todas las posibilidades para vivir bien.

Entonces, ¿cómo podemos crear una experiencia de trabajo que fomente el bienestar? Una experiencia que nos permita a cada uno de nosotros tomar medidas para disfrutar de una vida más saludable.

En primer lugar, consideremos el sistema completo que engloba el bienestar de una persona:

  • Rendimiento cognitivo: ofrecer lo mejor que puede dar de sí tu cerebro
  • Confort emocional: cuidar tu estado psicológico
  • Bienestar físico: sustentar tus necesidades fisiológicas

Nuestras investigaciones y conocimientos sobre las posibilidades del lugar de trabajo sugieren que el bienestar de una persona funciona como un sistema interconectado. Cuando una persona se siente fuerte emocionalmente, suele poder gestionar los agentes estresantes del día a día y recuperarse con mayor rapidez —lo que, a menudo, hace que se adquiera una mayor capacidad para procesar cognitivamente la información—. Además, se ha demostrado que la actividad física reduce la depresión y aumenta los niveles de dopamina, norepinefrina y serotonina en el cerebro —sustancias que afectan a la concentración y la atención—.

Las personas que se cuidan física, mental y emocionalmente pueden conseguir una memoria mejor y reducir el estrés, de modo que pueden aprender de forma más rápida y ser más creativos.

Un paso sencillo que pueden tener en cuenta tanto los empleados como los empresarios para mejorar el bienestar de una persona es moverse. El movimiento es clave para liberar el potencial de nuestro bienestar. El movimiento puede contribuir a mejorar el bienestar y, a su vez, derivar en un incremento del rendimiento.

Niveles del movimiento
Las diversas formas de movimiento se traducen en diversos niveles de beneficios. Para comprenderlo mejor, estamos colaborando con la Universidad Estatal de Míchigan en el estudio de los tres niveles del movimiento:

  1. Postura
  2. Posición
  3. Ubicación

La postura implica entrenar el cuerpo para sentarse, permanecer de pie, caminar y tumbarse en posiciones en las que los músculos y los ligamentos se sometan a la menor presión posible. Una buena postura contribuye a aplicar la cantidad adecuada de presión en las articulaciones y los ligamentos al mantener los niveles correctos de tensión muscular.

La postura no se limita a los músculos de la espalda. Todo, desde el cuello hasta los abdominales, e incluso los músculos isquiotibiales, desempeñan un papel crucial a la hora de mantener el cuerpo con una alineación postural correcta. Por ejemplo, la posición ideal para la cabeza es siempre erguida. En esta posición recta neutra, pesa entre 4,5 y 5,5 kg. Cuando la cabeza se inclina tan solo 15 grados, las fuerzas que se ejercen en el cuello cambian como si la cabeza pesase 13,5 kg. Con un ángulo de 45 grados, es como si la cabeza pesase 22,5 kg. 

Las investigaciones han demostrado que cuando nos sentamos con una postura encorvada, nuestro cerebro tiene que esforzarse más para evocar pensamientos positivos o llevar a cabo tareas cognitivas que cuando nos sentamos con una postura erguida. 

Cambiar de posición implica ponernos de pie desde una posición sentada o al revés. Supone un cambio significativo en cuanto a la distribución del peso del cuerpo. Cambiar de posición ayuda a mejorar la circulación de la sangre, reduce la inflamación y mejora el bienestar musculoesquelético.

Con ubicación nos referimos a caminar (o saltar, o correr, o lo que más te guste) hasta un lugar distinto. Cambiar de ubicación estimula las facultades cognitivas, crea oportunidades para relacionarse con otras personas y reduce la posibilidad de sufrir daños musculoesqueléticos asociados a posturas estáticas mantenidas durante mucho tiempo. 

La clave de cada nivel del movimiento es cambiar. Muchos de nosotros estamos familiarizados con los desafíos que plantea el estar sentados durante largos períodos de tiempo. No obstante, permanecer de pie durante largos períodos de tiempo ejerce una carga adicional en el sistema circulatorio, puede provocar la compresión de las articulaciones, incrementar el riesgo de varices, y derivar en la hinchazón de los pies o las piernas.

Cada uno de los tres niveles del movimiento supone un valor añadido para el bienestar general de la persona. Cada movimiento cuenta. Cada vez se reconoce más que incluso la actividad física de baja intensidad desempeña un papel de gran importancia en el bienestar. Algunas personas asocian el cambiar de postura en la silla con el nerviosismo. Sin embargo, el nerviosismo es positivo. Consume un 35 % más de energía que estar simplemente sentados, y un 28 % más de energía que permanecer de pie.

Si ponemos en conjunto los tres niveles del movimiento en una jornada de siete horas y media, obtendríamos lo siguiente:

  •  Cinco horas sentados con una postura neutra y cambiando de postura
  • Dos horas de pie
  • 16 cambios de postura de sentados a ponerse de pie
  • Media hora de movimiento cambiando de ubicación

A continuación, lo desglosamos en períodos de 30 minutos:

  • 20 minutos sentados
  • 8 minutos de pie
  • 2 minutos de movimiento o cambio de ubicación
     

Concebidos para el movimiento
En definitiva, la mejor postura, posición o ubicación es la siguiente. Como seres humanos, estamos concebidos para movernos, y nuestro bienestar aumenta cuando lo alimentamos con movimiento.

Las empresas se ven beneficiadas también cuando las personas se mueven. Según la Asociación Estadounidense del Corazón, las empresas que crean una cultura corporativa basada en el movimiento pueden aumentar la productividad, reducir el absentismo, reducir la renovación de personal y disminuir los costes sanitarios.

Utiliza los tres niveles del movimiento para mejorar tu experiencia laboral general y como una medida sencilla para impulsar tu bienestar. 

Work from Anywhere

Si pensamos en cuál es el futuro del trabajo, se vislumbra en el centro de un ecosistema integrado donde existe un equilibrio entre tres ubicaciones físicas principales: la oficina, el hogar y otros lugares.

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