Cómo mantener la concentración en el trabajo durante el Ramadán

Hace poco, Manon Lamiche conversó con Farah Addada sobre su experiencia de trabajo durante el Ramadán. Durante el mes del ramadán, los musulmanes de todo el mundo ayunan desde el amanecer hasta el anochecer. Cuando el sol se pone, el ayuno se rompe con una comida nocturna llamada iftar. El final del Ramadán se celebra con el banquete Aíd al Fitr.

 

Hola, soy Farah Addada. Soy diseñadora adjunta de espacios de trabajo en JLL.

 

Vamos con la primera pregunta. ¿Cómo afecta el ayuno a tu nivel de energía y a tu jornada de trabajo? 

Bueno, llevo ya 12 años practicando el ayuno. A lo largo de los años, he aprendido distintas formas de gestionar mis propias expectativas y de conocer mis limitaciones en lo que respecta al ayuno. Durante el ayuno, la parte más importante del día es la mañana, que es cuando tu nivel de energía está al máximo. Cuando estás ayunando, tu mente está extraordinariamente concentrada en la tarea que estás realizando, sin distracciones como el almuerzo o las pausas para el café.

 

¿Cómo te apoya tu empresa durante este mes? 

Mi empresa me apoya reduciendo el número de horas de trabajo durante el día, por lo que nos sentimos muy afortunados, porque vivimos en los Emiratos Árabes Unidos y en un país musulmán. Y una cosa que valoro mucho de mis compañeros y compañeras es que existe un entendimiento de cómo tus niveles de energía se ven afectados hacia el final de una jornada de trabajo y, por eso, los talleres o las reuniones con los clientes se suelen programar para las primeras horas del día.

Los tres consejos de Farah para quienes ayunen durante el Ramadán
 

1. Informa a tus compañeros y compañeras de que estás ayunando
   
   Creo que lo primero que debemos hacer es informar a nuestros compañeros y compañeras sobre lo que es el Ramadán, cuáles son las horas de ayuno y cómo rompemos nuestro ayuno. Es importante que las personas lo sepan.
   
   
   
2. Aprovecha las mañanas para las reuniones y el trabajo de concentración
   
   Tus niveles de energía suelen estar al máximo por la mañana, por lo que mi segundo consejo sería que intentaras organizar todas las reuniones y todas las visitas a espacios por la mañana. Y, luego, intenta hacer todo tu trabajo de concentración por la mañana.
   
   
   
3. Intenta no exagerar, ¿verdad? Intenta no exagerar
   
   Estás ayunando y tus compañeros y compañeras lo comprenden. Así que no tengas miedo de decir: ¿Sabes qué? Ahora siento cansancio, vamos a posponer esta reunión para mañana a primera hora.

¿Te gustaría compartir alguna buena experiencia que hayas vivido durante el Ramadán, en el trabajo o fuera de él? 

Creo que, con una vida tan ocupada, la mayor dicha que te aporta el Ramadán es que te obliga a reconectar con tu familia y a cenar con ella. O también a desayunar. O a compartir el iftar. 

 

¿Alguna experiencia negativa? Porque también aprendemos de las experiencias negativas. 

Ninguna.  

 

¿Así que, durante el Ramadán, te sientes con más energía o más cansada? 

En realidad, tengo más energía. 

 

¿Dichosa o estresada?  

Dichosa. 

 

¿Cocinas o te alejas de los fogones?  

Me mantengo lejos, lejos de los fogones. 

 

¿Rompes el ayuno con sopa o con dátiles? 

Con sopa. En realidad… ¡con dátiles! 

 

¿Entrenas o descansas? 

Descanso. 

 

Describe con una palabra tu celebración del Aíd.  

Familia.