Women@Work: Parte 5

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La pasión de Faye por la creatividad y la solución de problemas la empujaron a labrarse una carrera en la arquitectura. Su experiencia viviendo y trabajando en Singapur, Hong Kong y Vietnam le proporcionó un entendimiento único de la cultura del lugar de trabajo, las personas y los negocios. Le enseñó a abordar los desafíos con curiosidad y a utilizar el pensamiento de diseño para identificar oportunidades y aplicar soluciones.

Después de volver recientemente a su país natal, Filipinas, Faye hace frente ahora al complicado panorama empresarial, además de disfrutar de domingos relajados y paseos bajo el sol con su marido y su perro “Lunes”.

¿Cómo ha sido tu trayectoria en la arquitectura hasta ahora?

Siempre me he considerado una trabajadora de la construcción. Con el paso de los años he encontrado la forma de combinar mi pasión por el emprendimiento social con mi pasión por la arquitectura. He tenido la suerte de tener personas en mi vida que me han motivado a hacer lo que me dicte el corazón.

Al principio de mi carrera, la gente con la que trabajé me enseñó a ser auténtica en el lugar de trabajo, a aceptar quién soy y a no tener miedo de cometer errores. Contar con esos mentores marcó una enorme diferencia en mi forma de ser a día de hoy.

¿Cuál crees que ha sido la mejor decisión que has tomado en el plano profesional?

En retrospectiva, una de las mejores decisiones que tomé fue marcharme de Singapur. Aunque fue allí donde “crecí” profesionalmente, sentía que necesitaba un cambio y un impulso. Me trasladé a Hong Kong y pasé allí dos años y, finalmente, acabé en Vietnam porque me interesaba el panorama de empresas emergentes que había.

Durante el tiempo que pasé allí, tuve que aceptar el miedo y la emoción de encontrarme en una senda desconocida. Al final no funcionó, pero tuve claro que no era un fracaso. Fue una experiencia increíble.

Me dio el valor para luchar por mi idea de empresa emergente en Filipinas. Este es mi país, conozco bien la situación y esta vez podría mitigar los riesgos mejor. Esta idea me ha estado rondando la cabeza durante los últimos cinco años y nada habría tomado forma si no hubiera abandonado mi zona de confort.

Cuéntanos tu idea de empresa emergente.

Estamos construyendo un alojamiento de bajo coste para trabajadores migrantes que viven en las ciudades. Las personas que emigran de las zonas rurales vienen a las ciudades en busca de oportunidades y tienen muy pocas opciones de alojamiento asequible. Nuestra idea es suprarreciclar contenedores marítimos, diseñarlos como espacios habitables con una zona pequeña para dormir y muchas comodidades. Queremos velar por una comunidad y hacerles sentir integrados. Estamos trabajando en un proyecto piloto para demostrar que la idea funciona. Si conseguimos financiación, queremos ampliarlo a otras ciudades del Sudeste Asiático.

¿Qué desafío has conseguido superar?

Algunos de los mayores desafíos que he superado eran personales. Por ejemplo, superar las dudas que tenía sobre mí misma, y aceptar mis defectos y que soy un ser humano. Estoy aprendiendo a aceptar que no pasa nada por cometer errores; te hace más humano y real.

Dicen que las mujeres tenemos que esforzarnos más para hacernos notar en el trabajo. ¿Estás de acuerdo? ¿Has tenido experiencias similares?

No estoy de acuerdo. Intentamos separar las cosas con etiquetas, ya sea el género, la etnia o el color. Es difícil ver el mundo separado así, porque todo lo que vivimos es en realidad una mezcla de muchas cosas a la vez. No creo que haya afrontado personalmente nada negativo por ser mujer.

Mi consejo sería expresarte como eres realmente, dejar que se vea, y la gente será consciente de tu presencia en el lugar de trabajo y más allá de ahí.

¿Qué experiencia has tenido con los mentores?

Soy una persona abierta y estoy dispuesta a aprender de las personas que admiro. En cada faceta de tu vida, necesitas un mentor. No habrá un mentor que te guíe de principio a fin, sino que habrá muchos y para muchos aspectos de tu vida. Por lo general, las personas que tienen experiencia desean compartir sus conocimientos; encontrar a alguien que merezca su tiempo. Gánate sus consejos, ten la curiosidad de un niño y abre tu mente para aprender.

¿Qué consejo te darías a ti misma de más joven?

Que siguiese más mi instinto y no tuviese miedo de equivocarme. Habría asumido ciertos riesgos antes si hubiera dejado de preocuparme por la sociedad. Desde muy jóvenes se nos dice lo que se espera de nosotros, con lo que tendemos a hacerle caso. Se necesita mucha valentía y experiencia para romper con eso y decir “Yo soy el dueño de mi vida y quiero averiguar qué quiero hacer con ella”.

Valora los contactos que hagas ahora. Son los que te acompañarán dondequiera que vayas. Todavía estoy en contacto con personas que conocí al principio de mi carrera profesional para encontrar la inspiración, llenarme de energía o incluso cuando me siento deprimida. Rodéate de personas positivas y de un entorno favorable. Eso es lo que te ayuda a reflexionar y crecer.

¿Dónde te ves a ti misma dentro de cinco años?

Quiero diseñar basándome en la eficiencia con un enfoque centrado en las personas. Pensar sobre cosas que le hagan a la gente la vida más fácil. Como diseñadores, creo que tenemos el superpoder de cambiarles la vida a las personas haciendo bien nuestro trabajo.

En cinco años espero ser una fuerza positiva. La gente mide el éxito basándose en cosas como el dinero, la posición social o el poder. Yo no mido así mi éxito. Durante la pandemia reflexioné mucho sobre qué es significativo para mí y con qué baremo podía medir mi vida. Para mí, se basa en la vida de cuántas personas he conseguido mejorar.