21/06/2021 • Lectura de 4 minutos

Por qué no se pueden obviar los terceros lugares en el ecosistema del espacio de trabajo

La oficina y el hogar no son los únicos sitios donde se trabaja

por Haworth, Inc.


Nuestra forma de trabajar está cambiando. A lo largo del año pasado, formamos parte de un experimento global en el que primaba el teletrabajo. Durante este tiempo, todos comenzamos a comprender lo que necesitamos para dar lo mejor en el trabajo. Nos dimos cuenta de lo que se puede hacer fuera de la oficina y por qué necesitamos la oficina. Un resultado de esta comprensión es el cambio hacia un modelo de trabajo híbrido respaldado por un ecosistema basado en la premisa de trabajar desde cualquier parte, que engloba la oficina y el hogar, pero también otros terceros lugares, a menudo ignorados.

Los terceros lugares —esos espacios en los que se trabaja, aparte de la oficina y el hogar— no son nada nuevo. Lo que sí es una novedad es que las empresas ahora les están prestando más atención. Se han dado cuenta de las valiosas ventajas que se obtienen cuando los empleados trabajan en terceros lugares.

Qué se considera un tercer lugar
Una cualidad clave de los terceros lugares es que no implican propiedad alguna, ni de la empresa ni del empleado. Son lugares neutrales —y, a menudo, inspiradores— donde las distracciones de la oficina y del hogar desaparecen. Hablamos de cafeterías, vestíbulos, espacios comunitarios, parques y algunos espacios de cotrabajo.

Por qué los buscan los trabajadores
Un motivo primordial por el que los trabajadores buscan terceros lugares es para huir de las distracciones. El acceso a un espacio sin elementos perturbadores —como compañeros de trabajo, familiares, recordatorios de otros proyectos o las actividades de otras personas— puede marcar una enorme diferencia en la productividad del trabajador.

Además, estar lejos de la oficina ofrece a los trabajadores la posibilidad de establecer contacto con otras personas similares en un entorno social. Por ejemplo, puede que un empleado vaya a una cafetería los jueves donde se reúne un grupo de gamers porque le gusta la actividad que realizan y se siente inspirado con su presencia. 

Los grupos a menudo recurren a terceros lugares para tratar un problema concreto. Las ventajas de trabajar lejos de las distracciones y las interrupciones de la oficina son dobles en el caso del trabajo en equipo. 

En primer lugar, los equipos se pueden centrar en un problema con total atención, lo que allana el camino para un pensamiento más divergente. Piensa en tu propia experiencia: ¿has visto ideas mejores esbozadas primero en una servilleta de papel o en la pizarra de una sala de conferencias? Los terceros lugares pueden ofrecer los estímulos adecuados para la actividad entre manos, como la confrontación de ideas o la profundización en un concepto.

 

Lo que ofrecen a los trabajadores los terceros lugares
Entonces, ¿qué tienen los terceros lugares que los hace tan deseables para trabajar en ellos parte del tiempo? Varias cosas que, en términos científicos, se denominan ofrecimientos. Un ofrecimiento es una característica de un espacio que motiva a una acción en particular.

Analicemos los ofrecimientos cognitivos; en primer lugar, el aislamiento: nuestra forma de gestionar tanto los estímulos irrelevantes como los significativos. Los terceros lugares permiten a la persona escapar de los recordatorios visuales de otros trabajos, de modo que pueda centrarse en una sola tarea clave. Aíslan a los trabajadores al ayudarles a ignorar información irrelevante. Cuando trabajamos en una cafetería donde hay bullicio, el cerebro sabe que lo que acontece en segundo plano no es importante. Una persona puede sentirse cómoda en un tercer lugar si el cerebro ignora el ajetreo y centra su atención en la tarea que tiene entre manos. 

Otro ofrecimiento cognitivo de los terceros lugares es el acceso que proporcionan a conversaciones más privadas, así como a reuniones con otras personas que no suelen pasar por la oficina. 

Los terceros lugares también contribuyen al bienestar del trabajador. Ofrecen a las personas la posibilidad de estar en exteriores y rodearse de naturaleza, encontrar la inspiración en nuevos entornos y elegir dónde desean trabajar. Además, los terceros lugares contribuyen a crear afinidad entre compañeros de trabajo y a fortalecer relaciones que aportan bienestar.

Ten presentes los terceros lugares en el diseño de espacios
Los terceros lugares han venido para quedarse como parte del ecosistema para trabajar desde cualquier parte. Toda organización que no los tome en cuenta a la hora de elegir la ubicación de una oficina o diseñarla estará dejando escapar una oportunidad de primera para apoyar el rendimiento cognitivo y el bienestar de sus empleados actuales —y futuros—.

 

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