30/05/2023 • Lectura de 4 minutos

Las “cuatro claves” de los espacios de educación superior excelentes

Transformando los campus para que el aprendizaje suceda en cualquier lugar

por Haworth, Inc.

Dormitorio. Aula. Comedor. Sala de ordenadores. Todos estos espacios de campus se han ido desarrollando de forma significativa a lo largo de los años. La delimitación estricta de los espacios de los campus es algo obsoleto. Hoy en día, el campus refleja una forma totalmente nueva de usar los espacios para favorecer y mejorar la experiencia de vida y de aprendizaje.

  • El dormitorio es mucho más que un espacio para dormir y comer. Ahora, es un centro para vivir y aprender.
  • La biblioteca se ha convertido en mucho más que una colección de libros. Se trata de un lugar, donde los estudiantes, el profesorado y el personal se reúne, colabora, investiga y se pone al día.
  • El aula actual es más que ese espacio tradicional con filas de sillas. Es un espacio para conectar, compartir y orientar, que satisface las necesidades de una población estudiantil cada vez más diversa.

Además, hoy en día hay un sinfín de cuestiones que empujan a las facultades y universidades a adaptar sus espacios para ofrecer un mejor servicio a su alumnado y a la comunidad.

Los directores de los centros de formación superior se enfrentan a nuevos retos a medida que transforman el campus tradicional en un espacio inmersivo donde el aprendizaje ocurre en cualquier lugar. Y, si aprender es algo que puede suceder en cualquier lugar, podemos estar de acuerdo en que el campus se ha convertido en el aula.

El campus como aula

Haworth conoce el campus actual y lo que conlleva crear espacios impactantes, centrados en una comprensión colectiva de las “cuatro claves” que rigen el diseño de los campus de educación superior. Las siguientes pautas pueden ayudar a los directores a crear distintos ambientes que atraigan y retengan a estudiantes, profesorado y personal, y que sean flexibles para las necesidades de cambios.

1.   El cambio es una constante

Los directores consideran el cambio como uno de sus mayores desafíos. De hecho, el cambio es una constante. Además, el ritmo actual en los campus se ha acelerado durante los últimos dos años.

Anticiparse a los cambios inevitables y planificarlos requiere un diseño inteligente y soluciones fluidas que abarquen una variedad de actividades. La mayoría de los estudiantes quieren vivir una experiencia estudiantil rica y sólida. Esto implica diseñar espacios flexibles que puedan albergar una amplia variedad de actividades, ahora y en el futuro.

Al planificar espacios adaptables a la dinámica del cambio, conviene reflexionar cuidadosamente acerca del cambio que se desea, cómo se gestionará y se medirá y cómo continuará orientando la evolución continua de los espacios del campus.

2.    La elección es la nueva norma

Puede que en el pasado fuera posible aplicar un planteamiento único en los campus. No obstante, este planteamiento nunca dio lugar a un campus abierto que realmente respondiera a las necesidades de cada persona. En la esfera competitiva académica, cada campus debe responder a las necesidades y a los deseos de su alumnado, profesorado y personal para enriquecer su experiencia y su potencial en general. La elección es un tema clave en el diseño de campus.

Al dar a las personas la posibilidad de elegir, estas pueden adaptar su espacio para optimizar su experiencia.

Los líderes de la educación superior deben adaptarse a una variedad demográfica cada vez mayor de su alumnado, su profesorado y su personal. Los entornos capaces de ofrecer niveles apropiados de elección, donde las personas puedan aprender, trabajar, divertirse y descansar, ayudarán a mejorar la experiencia en el campus. Los campus que avanzan junto con los estilos de formación y de aprendizaje, así como junto con las nuevas tecnologías ayudan a las personas a desarrollar todo su potencial.

 

3.    Desafiar el orden establecido

La experiencia en la universidad está pensada para que los estudiantes desafíen las normas probando cosas nuevas, conceptos nuevos y planteándose nuevos enfoques. Los proyectos más avanzados de diseños de campus deben hacer lo mismo.

Además de poner en valor la tradición, cada institución debería plantearse qué será lo próximo. Esto implica probar conceptos nuevos, experimentar con lo que podría funcionar y pensar en nuevos planteamientos de formación y aprendizaje.

Cada institución es única. La forma en que cada una de ellas trace sus propias líneas para desafiar el orden establecido determinará lo mucho o lo profundamente que pueda generarse el cambio. No obstante, los líderes de los campus deben planificar el futuro (aunque no sepan cómo será) de los espacios individuales y del campus en general.

Por ejemplo, tener en cuenta la tecnología para comprender lo importante que es para desafiar el orden establecido. Por un lado, el avance de la tecnología obliga a los estudiantes a desarrollar nuevas habilidades para obtener éxito en su futuro profesional. Por otro lado, esta misma tecnología modifica la forma y el momento en que sucede el aprendizaje. Este factor ha modificado significativamente lo que aprenden los estudiantes, cómo lo aprenden, dónde lo aprenden y cuándo lo aprenden.

Los centros capaces de desafiar el orden establecido se posicionan bien para el futuro.

4.    La conexión es clave

Puede que hayas escuchado estas palabras: Puedes ir a la universidad y obtener un título, o puedes comprometerte y obtener una formación. El compromiso puede adoptar varias formas, pero todas requieren la conexión entre las personas del campus.

La mayoría de los estudiantes desean una experiencia universitaria rica y sólida, que les ofrezca oportunidades de compromiso. Los espacios bien diseñados permiten la conexión entre las personas y la tecnología, favoreciendo la formación, el aprendizaje, el trabajo y la vida social. Cuando el aprendizaje sucede en cualquier lugar, es crucial ofrecer espacios que reúnan a las personas, así como una tecnología que favorezca la conexión entre ellas.

Las universidades deben tener una visión amplia de la tecnología, asegurándose de ofrecer el equilibrio adecuado para favorecer el aprendizaje, el intercambio de contenido, la colaboración y la combinación de interacciones personales y virtuales.

Al contemplar todo el campus como el aula, reconocemos que el aprendizaje tiene lugar en cualquier lugar donde las personas estén comprometidas debatiendo, compartiendo ideas y siendo creativas. Los directores tienen el reto y la oportunidad de ampliar el potencial de sus espacios universitarios usando estas cuatro claves para que el alumnado, el profesorado y el personal puedan desarrollar todo su potencial.

Creando un ambiente de aprendizaje dinámico

El estudio de arquitectura EVA Architects, que lleva muchos años diseñando espacios educativos, adoptó un enfoque de diseño ecléctico para crear un entorno de aprendizaje y de enseñanza “azul” diverso, flexible, cómodo y dinámico, que, en combinación con el mobiliario flexible y colorido de Haworth encarna a la perfección la filosofía de “excelencia para cada niño y cada niña” de Nanjing Weiya. “Todos los alumnos sobresalen” es la filosofía de la escuela.

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