30/08/2021 • Lectura de 4 minutos

Crea espacios seguros y cómodos para todos

En lo que respecta a los espacios del sector sanitario, la variedad impulsa la igualdad

por Rod Vickroy

El sector sanitario ha crecido y se ha adaptado enormemente a lo largo de la última década. Gracias a un mayor entendimiento del diseño, centrado en la comodidad del paciente y los espacios de descanso para el personal, además de la afluencia de nuevas tecnologías en pos de la eficiencia y el tratamiento, las instalaciones sanitarias actuales tienen un aspecto muy diferente.

Un ejemplo claro es que, cuando alguien está enfermo, no espera demasiado tiempo, si es que lo hace, en la sala de espera. Con el auge de la telemedicina y la navegación, el registro previo y la recepción digital de pacientes de forma precisa, así como la tecnología de comunicación para tener localizado al paciente en todo momento, y así agilizar y mejorar su atención, las salas de espera tradicionales de los centros sanitarios se están orientando hacia otra nueva finalidad. 

Gracias a una gestión bien organizada del aparcamiento, la priorización de emergencias y el traslado seguro a las áreas de atención sanitaria de los pacientes enfermos, los espacios públicos son ahora el dominio de pacientes, socios sanitarios y la comunidad en general. Se emplean nuevos términos como las áreas comunitarias o los espacios de transición para describir mejor la intención de las zonas de espera tradicionales, lugares en los que la gente ocupa un tiempo significativo mientras se atiende a un paciente. 

La nueva sala de espera 
A medida que reabren las consultas para realizar procedimientos optativos y atender citas no urgentes, la protección de los empleados y la seguridad de los pacientes empieza por la sala de espera o el espacio de transición. Estos entornos sanitarios se deben diseñar pensando en los pacientes, las familias, los cuidadores, los médicos y el personal.  

Contar con dependencias seguras, asientos cómodos y suministros básicos de bienvenida mejora la experiencia general en los centros sanitarios. Los espacios se deben diseñar de modo que todo el mundo se sienta seguro y cómodo. Sin embargo, el confort del paciente va más allá de una silla cómoda: todo el espacio tiene el potencial de contribuir positivamente al bienestar y la experiencia del paciente cuando se incorporan elementos biofílicos y la luz natural. Para contribuir a que las visitas se sientan cómodas y bien acogidas, los espacios de transición a menudo suministran servicios básicos como bebidas o acceso a una conexión Wi-Fi.

Diseño sanitario inclusivo 
En lo que respecta a los espacios sanitarios, la variedad impulsa la igualdad, y proporciona un mayor acceso a asientos cómodos. Las salas de espera con filas de asientos insulsos —algunos de ellos con diseños que solo se diferencian por la puntuación de la anchura bariátrica y la altura de los reposabrazos— se están convirtiendo en algo del pasado. Los espacios sanitarios innovadores se diseñan teniendo en cuenta la variedad y la accesibilidad. 

Crear un espacio sanitario socialmente inclusivo es un proceso de diseño completamente inclusivo que se esfuerza por resultar atractivo a usuarios de todas las edades y capacidades. Realizar un diseño en línea con una arquitectura socialmente inclusiva pasa por tomar en cuenta las necesidades humanas, como elementos de señalización (por ejemplo, unas señales adecuadas), zonas de juegos para niños, elementos bariátricos para personas de medidas grandes, accesibilidad con silla de ruedas, espacios para animales de terapia y servicios, zonas exteriores para descansar y relajarse, puertas de apertura automática, puntos de carga para dispositivos móviles y aseos unisex. 

Variedad de opciones
Los arquitectos y los diseñadores trabajan para crear experiencias en espacios públicos y comunitarios que deleiten verdaderamente a las visitas. Proporcionar una amplia variedad de opciones en cuanto a cómo pasa la gente el tiempo en las instalaciones es primordial. Centrarse en el bienestar, el acceso a la naturaleza, la luz natural, el espacio exterior, la disponibilidad de aperitivos saludables gratuitos o asequibles, así como varios tipos de asientos con diferentes posturas, hace posible una experiencia superior en las instalaciones sanitarias.

El espacio comunitario dentro de las instalaciones sanitarias no solo es perfecto para tomar un café, desconectar o socializar, sino que también constituye un poderoso tercer lugar para trabajar, con elementos de hostelería y servicios que hacen que el tiempo en este lugar sea tranquilo, significativo y productivo. De hecho, los espacios de las instalaciones sanitarias centrados en la comunidad que cuentan con conexión Wi-Fi, puntos de carga y mesas son lugares excelentes para trabajar mientras se espera, con lo que se responde mejor a las necesidades del día a día de los pacientes y los cuidadores.

Reflejo de la comunidad 
Las instalaciones sanitarias reciben usuarios que reflejan las comunidades cercanas, lo que incluye personas de todas las edades, medidas y capacidades. El estrés y la ansiedad a menudo son decisivos para los pacientes y los cuidadores. Así pues, en lo que respecta a las instalaciones sanitarias, es esencial contar con un diseño y una distribución que permitan a la gente sentirse lo más segura y cómoda posible. 

La igualdad en el diseño de las instalaciones sanitarias hace referencia a la capacidad de un usuario de elegir el tipo de asiento, la ubicación, el nivel de privacidad o la postura que le resulten más cómodos. La mayoría de los usuarios son expertos en encontrar los lugares dentro de un espacio que se adaptan a ellos si se les da la opción. Esta es una de las razones por las que la creación de lugares en espacios sociales, como las áreas de espera o transición de un centro sanitario, está en manos de los diseñadores. Comprender a las personas, los espacios y los fines en un espacio mejora en última instancia la experiencia y el grado de satisfacción general de los usuarios.

La importancia de la seguridad personal 
Los usuarios buscan variedad de opciones y comodidad, pero también demandan seguridad, tanto para ellos como para sus familiares. La limpieza observada, el uso de materiales adecuados y las prácticas de saneamiento de los exteriores refuerzan la importancia de la seguridad en las instalaciones sanitarias. Hoy, más que nunca antes, las medidas de seguridad de distanciamiento físico, la posibilidad de esperar en privado o la opción de alojarse en un espacio con cabida para todo el grupo familiar son necesarias dentro de cualquier entorno sanitario. 

Los espacios comunitarios dentro de las instalaciones sanitarias son más efectivos cuando el diseño del espacio representa a las personas que utilizan el espacio. Disponer de unas configuraciones adecuadas de asientos, zonas de descanso, salas privadas, pequeños recesos y acceso a la luz natural y la naturaleza permite crear un entorno sanitario igualitario, acogedor y acertado. 

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