16/05/2024 • Lectura de 10 minutos
Diseños impresionantes, joyas discretas y tendencias duraderas.
por Alex Przybyla
En la Semana del Diseño de Milán de 2024, lo impresionante, lo sorprendente y lo espectacular aguardaba en cada esquina. A fin de cuentas, Milán es la cuna del diseño, como los anuncios de este evento afirmaban con orgullo por toda la ciudad.
Sin embargo, la esencia de grandiosidad del evento puede llevar un poco a engaño. Entre el bullicio, las joyas relucían con discreción. Las mejores sorpresas asaltaban a pequeña escala: nudos de hilo, trenzados de caña, delicados patrones grabados en fluidos paneles de vidrio…
Abundaron las exaltaciones del factor humano, con toda su poesía e imperfección. Los objetos, los materiales, los colores y las exposiciones giraban sin excepción en torno a historias humanas. El drama humano es algo eterno y, dado que los grandes diseños reflejan la historia de la humanidad, buscamos tendencias que fuesen versiones actuales de lo atemporal.
Si analizamos la Semana del Diseño de Milán de 2024, hay siete tendencias que no nos podemos quitar de la cabeza. Cada una de las tendencias de la siguiente lista tiene una profundidad poética, una sustancia mucho más profunda que la superficie. Cada una de ellas es mucho más que una moda pasajera y superficial que estalla y se desvanece.
Estas son las tendencias de Milán que esperamos ver durante el resto del año, y a lo largo de muchos más.
El movimiento del grupo Memphis en los años 80 consagró una revolución contra las formas aceptadas, las formas del sector y las limitaciones formales de lo “posible”. El grupo Memphis, nombre acuñado por una canción de Bob Dylan que estaba sonando en una de sus primeras reuniones, tiene mucho en común con el prolífico artista, dada su negativa a aceptar la premisa “las cosas como son, acéptalo” en favor de tirarse de cabeza sin complejos a lo no convencional.
En su plenitud, el movimiento Memphis —y los diseños que de forma consciente o inconsciente rinden homenaje a este movimiento— es una exaltación de la exuberancia, la abundancia, la humanidad y la alegría. Esta actitud nunca desaparecerá del todo, por lo que no es sorprendente que viésemos abundantes influencias del movimiento Memphis durante la Semana del Diseño de Milán de 2024. Así las cosas, estos alegres principios centrados en lo humano constituyen la primera tendencia perfecta para comenzar nuestra lista.
El optimismo reinó en Milán. Si bien las influencias del movimiento Memphis recuperaron un espíritu de diseño que emergió en los años 80, también encontramos numerosas exhibiciones, muestras y productos que evocaban las inclinaciones más optimistas de los años 60 y 70: colores vivos combinados con serenos tonos neutros como base a partir de los que cobrar vida, como flores de colores en un robusto florero de terracota.
Cuando preguntamos a Luca Fuso, director general de Cassina y Zanotta, que a qué era del diseño le encantaría volver, respondió que a los años 70, y la describió como “el período más creativo del siglo XX”. Ese espíritu creativo regresó con una sonrisa a Milán: la luminosidad había florecido, el optimismo había estallado y la alegre atmósfera del pasado resultaba contagiosa. ¡Tanta exuberancia es imparable!
La caña se coló furtivamente en Milán hasta ocupar el centro de atención, pero con un toque distinto: una expresión material que emergía de la tendencia de los exuberantes interiores de los años 60 que hemos mencionado anteriormente. No se trataba de caña o ratán como se suelen ver —expresiones serenas y relajantes de una crudeza natural y delicada—, sino más bien de una caña suave, lujosa y acogedora.
Pieza tras pieza, la caña y el ratán se combinaban cuidadosamente con elementos moderadores. Esta atenuación se conseguía a menudo con pintura, a veces con tonos neutros y otras con colores vivos y llamativos (incluido un azul regio que veremos más adelante). Algunas piezas combinaban caña con gruesos y atractivos cojines con una textura suave para aportar a los muebles de caña un toque mullido y un aire acogedor.
La calidez natural de la caña se combinaba de manera magistral con elementos humanos suaves y delicados. Seguro que ves más caña y ratán, especialmente en forma de piezas decorativas matizadas.
En la Semana del Diseño de Milán destacó el factor humano. Las piezas hechas a mano predominaron. El espacio de Cappellini estaba lleno de fantásticos diseños florales realizados con hilo. Bottega Veneta colaboró con Cassina para crear cajas de madera quemada en honor a Le Corbusier.
Milán es siempre un escaparate para exponer trabajos increíbles en vidrio, y este año no fue una excepción: la artesanía expuesta era realmente espectacular. La obra Wax, Stone, Light de Linde Freya Tangelder, realizada por expertos artesanos con cristal de Murano soplado dentro de moldes de hierro fundido, destacó especialmente en el espacio de Cassina. Las superficies de las lámparas son irregulares, lo que evoca al mismo tiempo el movimiento de la cera trabajada a mano y la atemporalidad de las paredes rugosas de un acantilado.
La exaltación del factor humano, en mitad del creciente rechazo a la uniformidad de la producción en serie tan exacerbada en las culturas hiperconsumistas, solo puede hacerse más dominante en los años venideros.
Un color especialmente poderoso con el que nos hemos topado este año es un azul regio que recuerda a Paul Klee. Este azul de Paul Klee podía resultar vivo, poético o alegre según el momento, presente en pequeños detalles, en piezas audaces y llamativas, y en arrolladores fondos para marcar la tónica de grandes espacios. Este azul ofrece un atractivo que permanece, lo que hace que sea un color de “tendencia” que encaja con la idea de las tendencias como “versiones actuales de lo atemporal”.
El rango emocional de este azul fue una grata sorpresa. Impregnó los espacios amplios de una acogida reconfortante a la par que vigorosa, con muebles llenos de un entusiasmo optimista y marcado, y objetos de diseño más pequeños con un aire extravagante e infantil. (También destacó como opción habitual para chaquetas de algodón y lino para hombre, de modo que confería a las prendas la misma chispa alegre y burlona que aportaba a los interiores y los objetos.)
Equilibrar el efecto de un color con un elenco tan inmenso de posibilidades requiere pericia, pero cuando funciona, su impacto es innegable. (En la misma línea, el naranja Kohler empleado en su arrolladora muestra equilibraba una experiencia de confianza con una energía juvenil.) Este azul polivalente aportará diversas capas de emoción a interiores y objetos en los próximos años.
El metal fue protagonista indiscutible en Milán. Pudimos ver el metal empleado de formas sorprendentes, a menudo suave, delicado e incluso maleable. Como la tendencia de la caña que ya hemos visto, el lado más duro del metal se mostró suavizado. Como en la edición del año anterior, seguimos observando el uso de metales reflectantes, pero incluso los objetos espejados mostraban a menudo un efecto de niebla o nublado, por lo que se antojaban más sutiles y menos austeros.
Esta transformación de lo punzante y duro en lo suave y blando parece fascinar siempre a los diseñadores: parece que existe una verdad fundamental inherente a ese proceso de atenuación que sigue inspirando a las mentes creativas. “La sutil sabiduría de la vida”, como escribió Lao Tse, es que “lo blando y débil supera a lo duro y rígido”. Sin duda, este ha sido el caso en los últimos años en Milán, ya que incluso los elementos duros se han transformado en piezas que inspiran una agradable acogida en manos de cuidadosos diseñadores.
Entre las tendencias que hemos observado en la Semana del Diseño de Milán, hemos incluido la caña, los materiales artesanos y el metal, y la última tendencia viene a concluir algo evidente: los materiales fueron los protagonistas en Milán. Con independencia de que los objetos o el mobiliario se compusiesen de vidrio, piedra, hilo, ladrillo, caña, tela o madera, muchos diseños buscaban poner el material en primera plana.
En la edición de 2024 se trascendieron los límites de lo posible, especialmente en términos de sostenibilidad. ECAL exploró los “materiales con memoria de forma” con calidades similares a las de una esponja. En el proyecto floral de Elham M. Ahili para Cappellini, se utilizó hilo de desechos recuperados —otro ejemplo del potencial artístico e industrial de los tejidos y los hilos reutilizados que, de otro modo, se descartarían—.
La clásica idea de Giulio Cappellini de que él busca lo que siempre se pueda vender, no lo que más se vende, es también aplicable a los materiales. Los productos creados cuidadosamente a partir de sencillos materiales “duraderos” de bajo impacto —y surgen más propuestas innovadoras cada semana— estarán presentes durante mucho, mucho tiempo.
Consulta nuestra página de la Semana del Diseño de Milán para obtener actualizaciones diarias publicadas a lo largo del evento. No te olvides de descargar el informe de tendencias de la Semana de Diseño de Milán de 2024, donde profundizamos con mayor detalle en los temas anteriores y analizamos las espléndidas muestras del grupo Haworth expuestas en Milán.
Impresionantes, sorprendentes y espectaculares. La Semana del Diseño de Milán de 2024 estuvo llena de versiones actuales de lo atemporal, desde trabajos increíbles en vidrio hasta una exaltación del factor humano. Haz clic a continuación para descargar nuestro informe de tendencias de 2024.
26/05/2023 • Lectura de 5 minutos
Una semana de Conexión, Innovación y Cultura
17/10/2023 • Lectura de 4 minutos
Nicolai Czumaj-Bront analiza su inspiración y su trabajo de diseño para Haworth
23/01/2024 • Lectura de 6 minutos
Cómo realzar la estética del diseño con los materiales para las superficies