Contrariamente a un error común, sentarse no impide una experiencia laboral saludable, la inactividad sí. Como humanos, estamos hechos para movernos. Si bien puede no parecer tan natural moverse por la oficina en este momento, sigue siendo de vital importancia para el bienestar. Y, su espacio de trabajo puede ayudar.
Optimizar las personas, el rendimiento y el bienestar
La integración del movimiento a lo largo de la jornada laboral ayuda a optimizar el rendimiento de las personas y reduce las consecuencias para la salud asociadas con la inactividad de permanecer sentado o de pie en el lugar por mucho tiempo. Cuando las organizaciones proporcionan lugares de trabajo que promueven el movimiento, puede ayudar a las personas a mantenerse efectivas y disminuir los impactos negativos de los estilos de trabajo tradicionalmente sedentarios.
Usando el marco de Affordances, los entornos de trabajo activos consideran tres capas de movimiento:
- Postura
- Posición
- Ubicación
Creando una Cultura de Movimiento
Brindar espacios que alienten a las personas a cambiar de postura, posición y ubicación refuerza el enfoque organizacional en el bienestar de los empleados. Educar a los empleados sobre las posibilidades y capacitar a los líderes para apoyar el movimiento como norma social ayudará a crear una cultura de movimiento en su lugar de trabajo.