Contrariamente a un error común, sentarse no impide una experiencia laboral saludable, la inactividad sí. Como humanos, estamos hechos para movernos. Si bien puede no parecer tan natural moverse por la oficina en este momento, sigue siendo de vital importancia para el bienestar. Y, su espacio de trabajo puede ayudar.

Optimizar las personas, el rendimiento y el bienestar

La integración del movimiento a lo largo de la jornada laboral ayuda a optimizar el rendimiento de las personas y reduce las consecuencias para la salud asociadas con la inactividad de permanecer sentado o de pie en el lugar por mucho tiempo. Cuando las organizaciones proporcionan lugares de trabajo que promueven el movimiento, puede ayudar a las personas a mantenerse efectivas y disminuir los impactos negativos de los estilos de trabajo tradicionalmente sedentarios.

Usando el marco de Affordances, los entornos de trabajo activos consideran tres capas de movimiento:

  1. Postura
  2. Posición
  3. Ubicación

Cambia tu Postura

La postura implica entrenar a su cuerpo para sentarse, pararse, caminar y acostarse en posiciones con la menor tensión en los músculos y ligamentos que lo sostienen. Centrarse en una buena postura mejora el rendimiento, lo ayuda a manejar mejor las situaciones estresantes y brinda importantes beneficios de bienestar físico y mental.

Cambia tu Posición

Cambiar de una posición sentada a una posición de pie, o viceversa, crea un cambio significativo en cómo y qué partes del cuerpo soportan el peso. Cambiar de posición periódicamente mejora la circulación sanguínea, reduce la hinchazón y la rigidez, y puede mejorar la comodidad musculoesquelética, específicamente en la zona lumbar y los pies.

Cambia tu Ubicación

Caminar a diferentes ubicaciones físicas (varios espacios de trabajo e incluso áreas de descanso) brinda oportunidades rápidas para hacer ejercicio y cambios de perspectiva. Cambiar de lugar durante el día estimula la cognición para un mayor enfoque y un mejor rendimiento, crea conexiones e interacciones fortuitas y reduce el potencial de trastornos musculoesqueléticos asociados con la postura estática a largo plazo, sentado o de pie.

Creando una Cultura de Movimiento

Brindar espacios que alienten a las personas a cambiar de postura, posición y ubicación refuerza el enfoque organizacional en el bienestar de los empleados. Educar a los empleados sobre las posibilidades y capacitar a los líderes para apoyar el movimiento como norma social ayudará a crear una cultura de movimiento en su lugar de trabajo.